Se trata de uno de los principales referentes de la Movida Madrileña de finales de los setenta y principios de los ochenta, su época de mayor éxito. La música de Burning es canallesca, castiza, chulesca y nostálgica. Sus temas nos transportan a las novias que nunca conocimos, las barras que nunca soportaron nuestras penas y los cigarros que dejamos de fumar. Su música es para perdedores, para solitarios, para los amantes del olvido, de historias inconclusas, de ayeres y de ya te lo dije. Su verbo fácil, su mirada turbia y el olor a humo son, para cualquier alma sensible, un déja-vu. Ejercicios de nostalgia que rememoran una escena no vivida sino por vivir.
En el año 74, con los últimos coletazos del régimen, cuando el barrio madrileño de la Elipa era más barrio de lo que nunca ha sido, entre los discos de estraperlo de los Rolling Stones y Deep Purple, aparece uno de los grupos que lucen con todas las de la ley (no de entonces) la etiqueta de leyenda viva, Burning.
Quique, Pepe Risi, Toño y Johnny Cifuentes, empiezan a combinar las tascas, el local de ensayo y las salas de conciertos, sin más pretensiones que las inherentes a llevar una guitarra al hombro y tener un nutrido grupo de fans con falda debajo del escenario, entre otros sitios. El proyecto se bautiza como Burning (el día de la elección hacía mucho calor) Tras editar sus dos singles debut en inglés “I"m burning” y “Like a Shot” (1974 y 1975), el grupo soporta como puede la censura de su primer larga duración “Solo para mujeres”, sus conflictivas actuaciones, la ida y vuelta de Risi cumpliendo el servicio militar y de distintos baterías que no se ajustan a una forma de entender la música por parte de los miembros residentes. Poco dinero y mucho amor por el rock. Sin embargo, Burning salen de esa turbulenta etapa para volver a reinventarse y entrar en otra no menos turbulenta que, al menos, es una de las más fértiles del grupo discográficamente hablando. Madrid, El fin de la década y Bulevar se publican entre los años 78 y 80. De aquellos años quedan grandes temas, pero sobre todo uno que les abrió muchas puertas gracias a la película de Fernando Colomo, donde además eran protagonistas junto a Carmen Maura, “Que hace una chica como tú en un sitio como este”.
Para bien o para mal, el grupo siempre ha sido paradigma de la historia del rock n’roll, salpicada de momentos tan sublimes como costosos a nivel humano. Noches de rock"n roll marca el comienzo de una nueva etapa donde Risi y Johnny continúan con la actividad del grupo sacando a la luz inmensos trabajos que poco a poco van convirtiéndose en obras de culto, mientras uno y otro se apoyan mutuamente en el escenario y fuera de él, llevando, nunca mejor dicho, la voz cantante. Sus admiradores, en tinta escrita o a viva voz, sus compañeros músicos, son conscientes que Burning camina por esa vía estrecha plagada de viejas y conocidas estaciones, ajenos a los vaivenes de la industria, a las modas. Editan Hazme gritar, Cuchillo y Regalos para mamá. Recién entrados en los noventa graban “En directo” rodeados de amigos como Joaquin Sabina, Miguel Rios o Loquillo. Parecía que la suerte les sonreía con ese doble álbum (disco de oro) mientras ellos se sumergían en conciertos multitudinarios en campos de futbol y plazas de toros. Luego vendría la calma con No mires atrás en el 93. Sin embargo, la incertidumbre vuelve a posarse sobre el grupo años después, cuando una neumonía acaba con el castigado cuerpo de Pepe Risi, el un nueve de mayo de 1997, el mismo día y mes (distinto año) en el que había fallecido Toño. La pérdida de uno de los personajes más emblemáticos de la escena musical española vaticina la muerte de Burning según algunos que desconocen una de las principales cualidades de Burning, su empeño en mirar hacia delante conscientes que la nostalgia ya es un elemento imprescindible –y con eso basta- de sus composiciones.
A partir de entonces, comienza ese periodo de incertidumbre que engloba el multitudinario homenaje a Pepe Risi, cargado de cómplices guiños y homenaje a la trayectoria de un grupo que se sigue sosteniendo en el tercer vértice de la leyenda, Johnny Cifuentes. Una noche sin tí vuelve a contar con amigos de siempre y roqueros emergentes. Poco después vería la luz “Sin miedo a perder” (1998), un disco que Pepe había dejado grabado antes de irse.
Con sus trastos y Johnny a la cabeza, Pinilla, Carlos y Kacho se sumergen en el estudio de Jaime Asúa donde graban Altura,que se edita en el 2002. También participan en el disco Un camino de piedras, tributo a Barricada haciendo una versión de “Pídemelo otra vez”. Durante estos últimos años, Johnny es requerido para participar en multitud de directos y de grabaciones. Así colabora en conciertos y discos de gente como La Frontera, Jaime Urrutia, Pereza, Miguel Costas o La Guardia.
Burning grabando un programa de tv en Argentina
En el 2007 realizan la gira “Conexión rock latino” con los
argentinos Mancha de Rolando y protagonizan una serie de conciertos
tanto en España como Argentina, lo que supone el salto de Burning a
Latinoamérica por primera vez en su historia. Además de los shows,
aprovechan la visita a Argentina para editar allí el disco “Dulces
dieciséis” lo que hace que la prensa especializada se vuelque totalmente
con ellos, televisiones, radios, periódicos y revistas de todo el país
gaucho descubran a la banda y no se explican porqué han tardado tanto en
aparecer por allí. Ya en el 2008, editan el disco Desnudos en el Joy con la grabación del concierto ofrecido en julio del 2006 en el Teatro Joy Eslava de Madrid, contando con la colaboración de Quique González y Pereza. En estos momentos se encuentran preparando los temas que formarán parte de un nuevo disco de estudio.